Hola querida Yolí, cómo estás? Espero que todo vaya muy bien contigo 😊
Quisiera hacerte una consulta muy rápida: fíjate que una amiga está en un proceso de selección ahorita y la empresa a la que está aplicando quiere iniciar ya su contratación pero no le han dado su carta oferta laboral. Ella la pidió pero le dicen que por políticas no le pueden dar ese documento, sino que al momento de la firma de su contrato viene ese desglose, sueldo y prestaciones. ¿Está raro, verdad? ¿Crees que podría ser una red flag?
Hola!
Aquí te envío mi respuesta. Muchas empresas (en México) no tienen la costumbre de enviar la carta de oferta, y eso no necesariamente se debe a mala intención, sino quizás a ignorancia, aunque no es lo ideal.
Lo más importante ahorita es que tu amiga no asuma que ya tiene el empleo hasta que el contrato esté firmado. Así pues, no debería tomar decisiones como rechazar otros procesos o asumir deudas como si ya tuviera el trabajo, porque se puede caer. Esto significa que, incluso teniendo una carta de oferta, no debería confiarse demasiado.
Por otro lado, sí deberían haberle dicho la oferta antes, al menos por teléfono. A veces te la confirman por correo electrónico y eso equivale a una carta de oferta porque, en realidad, tanto el correo electrónico como la carta tienen poco o ningún valor legal. La oferta por teléfono o carta debe contener detalles sobre los beneficios. Por ejemplo, no sólo decir «vacaciones». ¿Cuántos días? ¿Cuándo puede empezar a tomarlos? ¿Es necesario que tome algunos de esos días en ciertas fechas, por ejemplo, en Navidad? Esto es IDEALMENTE, pero de nuevo, muchas no lo hacen porque no saben de experiencia de empleado. Uno como empleado no quiere tener sorpresas, y la empresa lo que quiere es que ya empieces a trabajar y no ponen atención a cómo se puede estar sintiendo del otro lado 🙂 De nuevo, no siempre es dolo.
Cuando le comuniquen la oferta, entonces, idealmente le explican las condiciones con detalle , y preferentemente que sea teléfono (para dar espacio a preguntas) Y por correo electrónico después. Si no le han proporcionado toda la información, puede solicitar una aclaración (está en su derecho). Ojo, si la empresa es muy informal y no está acostumbrada a empleados/as más empoderados o exigentes, puede que no le guste. Esto sí podría ser un red flag. No necesariamente de que tienen malas intenciones con el contrato, pero del estilo de liderazgo y trabajo una vez adentro.
También, idealmente, esto debe suceder antes de firmar el contrato, porque de lo contrario, estará entrando un poco a ciegas a la firma. Podría estar dispuesta a ser exigente durante la firma si algo no le convence, pero idealmente son momentos diferentes: no querrías comenzar tu nuevo trabajo negociando duro en la firma del contrato, aunque puede que no le dejen otra opción si no están comunicando las cosas con transparencia.
Lo que sí es normal es que las empresas te pidan leer y firmar el contrato en el lugar. Honestamente, no tendrían por qué hacerlo hacerlo, pero es bastante común, y seguro no va a faltar la que no quiere que lo vayas a consultar con un abogado, pero serán las menos las que lo hagan por eso. La mayoría solo están viendo su lado del trámite.
¿De qué debe cuidarse?
- De que se le escape algo, ya que no tiene las condiciones por escrito antes y va a leer y firmar todo el mismo día, si está nerviosa, puede ser mucho al mismo tiempo.
- De firmar algo ambiguo o cuyas implicaciones no comprenda. Debe leerlo con mucho cuidado y hacer preguntas si algo no entiende. Yo sí he llegado en algunos contratos a decir «ahh pero eso que me estás explicando no dice aquí, el significado de lo que está aquí es otra cosa», porque lo que importa no es como lo interpreten ellos normalmente en el día a día, sino como se interprete legalmente, y el texto de la letra es lo que cuenta. Pero cuando lo hice fue durante una negociación super amigable y más por decirles «oigan, parece que tiene una inconsistencia» que por ponerme ruda. Si no hubieran querido admitir eso, sí hubiera sido un red flag para mi. Y ahí lo que toca comparar es el riesgo de firmarlo, vs. el costo de no firmarlo. Dependiendo de qué tan delicado sea el tema, ella debe decidir qué tanto lo quiere empujar. Por ejemplo, como empleada, no me pongo picky en el tema de propiedad intelectual, aunque esos párrafos casi dicen que toda idea que se te ocurre remotamente relacionada con ellos les pertenece, entiendo que es una formalidad. No haría lo mismo como emprendedora, por ejemplo, porque quiero ser dueña de mi propiedad intelectual.
- Otro riesgo: que no se sienta con la libertad de hacer todas las preguntas necesarias porque sienta (consciente o inconscientemente) presión para firmar. ¡Incluso sin mala intención de parte de ellos! Por ejemplo, la reunión estar programada para una hora, estar por terminar, y ella puede sentir presión. En este caso, y solo si el tiempo apremia, puede decir «me gusta leer lo que firmo con mucha calma, ¿me lo puedo llevar? Estoy segura que está bien, solo quiero leerlo con calma» o «crees que me podrías dar X tiempo más?». Aquí es necesario balancear su necesidad de tiempo adicional con no parecer demasiado desconfiada o insegura. Tampoco es un buen inicio para ella en el trabajo mostrar esa imagen.
- O, lo que también es muy normal, que no todas las condiciones figuren en el contrato y tenga que confiar en la palabra de la empresa. Aquí ella debe decidir si confía o no (dependiendo de la etapa en la que se encuentre la empresa, esto puede ser comprensible, por ejemplo, las PyMEs no necesariamente tienen todo en papel), pero si ese es el caso, sí lo pediría por correo electrónico (puede solicitarlo como «recordatorio» para que no se le olvide, suena menos agresivo).
En ocasiones, las condiciones no están en el contrato, sino en las políticas de la empresa. Por ejemplo, vacaciones, puede que no todas estén en el contrato, pero si hay un documento de políticas, eso ya está más aceptado y es normal. ¿Por qué? Porque las empresas evitan poner todo en el contrato, ya sea porque tienen un template estándar, o para simplificar las cosas. Las entiendo, porque si pones algo (por ejemplo, vacaciones extra) pero no todas las condiciones, es muy difícil defenderse legalmente de cualquier situación, y sí hay empleados que abusan. Entonces, los contratos tendrían 200 páginas 🙂 Algunas otras, sí lo hacen para darte los menos derechos posibles, y eso es algo que ella tendrá que evaluar.
Seguro que esto no responde todas sus dudas, pero si tiene alguna más, puede contactarme directamente. La realidad es que con una lectura cuidadosa del contrato y haciendo preguntas de clarificación donde tenga dudas, debería estar del otro lado.